Puede que si tienes las cenizas de un familiar difunto no sepas qué hacer con las mismas, o simplemente quieras tener ideas para las mismas. Es por este motivo que hoy vamos a hablar de ello a fondo, y tendrás algunas ideas que te pueden ser de gran utilidad.
Según la definición de la RAE estas son reliquias o residuos de un cadáver, lo que en otras palabras es el material resultante después de hacer el proceso de cremación de un fallecido. Normalmente estas se entregan a los familiares una vez que se hace todo el proceso de cremación del familiar.
Sí, a no ser que la familia exprese que quieren ir personalmente a recoger las cenizas al crematorio. Si no, la funeraria se encargará de ir al domicilio a entregarlas personalmente.
En caso de que la familia quiera que le envíen la urna a algún lugar concreto de España, tampoco habría problema, las cenizas de la persona fallecida pueden enviarse por parte de la funeraria a donde sea necesario. Normalmente se pueden enviar tanto dentro de España como fuera del país.
El proceso para transportar las cenizas inicia con un empaquetado de las mismas. Posteriormente se envían con todos los sistemas de seguridad necesarios, para que el delicado contenido que tienen no vaya a sufrir ningún tipo de accidente durante el traslado.
Un féretro tarda una media de 4 ó 5 horas en quemarse totalmente. En algunos casos puede ser posible que se puedan recoger las cenizas el mismo día, pero no siempre será así. Esto dependerá en gran medida del horno crematorio, y del horario de incineración, pero por norma general las cenizas se entregarán al día siguiente.
Si el proceso se hace durante la tarde o la noche será imposible que se haga la entrega de las cenizas el mismo día. También se debe tener en cuenta que, el proceso de incineración de un cuerpo no se puede realizar antes de las 24 horas desde que la persona ha fallecido.
Hay varias opciones diferentes que se pueden considerar para darle una buena disposición a las cenizas de un difunto. Dentro de los principales consejos para la disposición de las cenizas están:
Este es el proceso que se puede hacer para enterrar las cenizas y para ello se debe facilitar al cementerio la carta de acreditación de las cenizas. En el documento deben estar perfectamente detallados todos los datos completos de la persona, así como el lugar y hora de cremación. Algunos cementerios también pedirán una partida literal de defunción para el proceso.
Muchas personas piensan en conservar las cenizas del difunto en casa, pero pese a que la religión católica no lo prohíbe tampoco lo recomienda. En caso de conservarlas en tu domicilio se debe hacer con respeto, y no se recomienda partirlas en varios contenedores.
Se debe establecer un lugar específico para las cenizas y no estar moviéndolas. Además, deben estar en un lugar que sea accesible, por si alguien quiere rezar por el alma de esta persona.
Algunas familias deciden dividir los restos del difunto haciendo un reparto de los mismos haciendo el uso de relicarios. Sin embargo, esta opción no es válida para la iglesia católica, en especial porque todos los restos deben formar una unidad única e indivisible.
En caso de que se decida realizar este proceso, se pueden comprar urnas pequeñas para acoger los restos del fallecido en varias de estas urnas.
Esta es una de las opciones más populares en la actualidad, para las familias laicas esta opción es perfectamente posible sin ningún tipo de inconveniente, pero la iglesia católica lo prohíbe debido a que esto impide que se pueda rezar por el alma.
Sin embargo, las cenizas se pueden esparcir en cualquier lugar según la ley mortuoria, puesto que estas no representan ningún riesgo sobre la salud pública. Incluso en los cementerios nos podremos encontrar con espacios como los jardines del recuerdo. Estos suelen tener un espacio donde se puede situar una placa conmemorativa del difunto, y se pueden esparcir las cenizas. Otra opción es tirar las cenizas al mar o a un bosque.
Actualmente existen diferentes opciones para que se puedan guardar en diferentes artículos especiales como son:
Cada CCAA tiene sus normas en cuanto al esparcimiento de las cenizas, con lo que siempre es recomendable llamar al ayuntamiento de la ciudad e informarse. Lo único que no vas a poder desechar seguro va a ser la urna en sí, es decir, el envase.
Sin embargo, en los últimos años se ha puesta de moda usar una urna biodegradable para las familias que quieren depositar en un jardín, siendo una opción más ecológica. Existen dos opciones dependiendo del lugar donde se van a esparcir los restos:
Las cenizas se pueden lanzar teniendo permiso del ayuntamiento pertinente o del organismo que sea la autoridad en la zona donde se desee tirarlas, pero el problema surgirá si se lanza una urna de metal al mar porque puede ser contaminante. Por este motivo, siempre se aconseja el uso de las urnas ecológicas que están hechas de sal y se deshacen.
Existen lugares que son muy populares para esparcir las cenizas, y por esto se está considerando establecer una normativa por la gran cantidad de cenizas que se depositan. Lo mejor es que antes de ir a esparcir las cenizas al mar te fijes bien si en la zona rige algún límite o norma.
Existe también la posibilidad de lanzar un globo sonda con las cenizas de nuestro familiar para que lleguen a la estratósfera. Se coloca una cámara en el globo para observar como explota y las cenizas se esparcen.
Los jardines de recuerdo son zonas en los cementerios habilitadas para esparcir restos funerarios, y no son lo mismo que los ceniceros comunes. Estos lugares permiten poner una placa conmemorativa de la persona fallecida y es una muy buena opción en muchos casos.
Se debe tener en cuenta que una vez que se haga la cremación, los familiares son dueños de la custodia familiar de las cenizas. En estos casos se puede optar por dos opciones diferentes:
También es posible que los familiares no deseen conservar las cenizas de ninguna manera, y en estos casos después de la cremación se debe indicar por escrito la renuncia a las mismas. En estos casos, se producirá la desvinculación total de la familia sobre los restos.
En estos supuestos el crematorio actuará con las cenizas como si se tratase de residuos comunes disponiendo de ellos. En estos casos no hay vuelta atrás, por lo que una vez que se renuncie a las cenizas del familiar estas no podrán ser recuperadas bajo ninguna circunstancia.
Esta opción puede ser válida en caso de que este sea el deseo del difunto o de su familia, pero se debe pensar muy bien esta opción, puesto que no tendrás la opción de hacer la disposición de las cenizas por tu cuenta.