A la hora de despedir a un familiar por su fallecimiento surgen muchas dudas sobre qué es un crematorio y los procesos que se realizan allí. Por este motivo, hoy vamos a hablar de ello al detalle, para que conozcas todo lo que necesitarás saber al respecto.
La definición que ofrece la RAE al respecto es la de “lugar donde se hace la cremación”. Por lo tanto, hace referencia al sitio en el que se hace la incineración o la cremación, y en muchos casos las propias empresas funerarias son dueñas de los crematorios.
No, no es lo mismo. El tanatorio es donde se hacen los velatorios y el crematorio es donde está instalado el horno para realizar las incineraciones.
En la mayoría de casos ambas instalaciones comparten la misma ubicación pero en otras es posible que velatorio se haga en un tanatorio que está en un lugar diferente. Recuerda preguntar siempre al contratar un servicio funerario si la cremación se realiza en el mismo edificio si es que te interesa que así sea.
El proceso de funcionamiento de un crematorio es bastante sencillo, puesto que es muy similar al funcionamiento de un tanatorio. Muchas veces los conceptos suelen confundirse, porque en el crematorio, también se puede velar al difunto.
Sin embargo, una vez que se ha terminado el proceso de velación, se procede a la cremación y a la entrega de cenizas. En estos casos, los responsables del crematorio se encargan de facilitar todos los trámites, así como la información y el papeleo necesario para el proceso.
Además, algunos crematorios tienen salas aconfesionales donde se puede hacer una última ceremonia antes del proceso de cremación.
Los servicios de un crematorio se utilizan para dar una última despedida a un familiar que ha fallecido. Gracias a estos establecimientos se puede incinerar el cuerpo del difunto y al final se obtendrán las cenizas de su cuerpo para que los familiares dispongan de ellas.
Estos establecimientos cuentan con equipos de alta tecnología que permiten automatizar en gran medida el proceso. Estos los explicaremos en el siguiente punto, y permiten que el proceso de cremación del cuerpo sea muy eficiente.
Las instalaciones de los crematorios tienen que contar con 3 tecnologías que son cruciales para cumplir con su objetivo. Estas serán:
En los últimos años, se ha incrementado el uso de crematorios para animales de compañía como perros y gatos. Esto debido a que cada vez más los animales son miembros importantes de la familia, y una vez que mueren necesitan una despedida.
Esto ha hecho que se creen múltiples crematorios para animales, y que así las familias puedan despedir a sus mascotas de una forma especial y digna. Además, permite que los propietarios puedan quedarse con las cenizas de sus mascotas y tener el recuerdo de sus mascotas en el hogar.
En la época previa a la revolución industrial, los procesos de cremación se llevaban a cabo al aire libre con el carbón como única opción de combustible. Es por esto que en esa época la cremación no tenía buena fama, hasta que llegó la revolución industrial y se desarrolló la tecnología del horno crematorio.
Esto se desarrolló en el año de 1850, pero no fue hasta la década de 1870 cuando se pensó en instaurar la cremación como método viable para la eliminación de los cuerpos. El primer crematorio construido de la historia fue en 1878, siendo el Crematorio de Woking en Gran Bretaña.
Después de estos se construyeron el de Gotha en Alemania en 1878 y el de Heidelberg en 1891. Sin embargo, la cremación estaba prohibida por la iglesia católica, hasta que en 1963 se levantó esta restricción por parte del Papa Pablo VI. Posteriormente en 1966, se permitió a los sacerdotes católicos oficiar ceremonias de cremación.