Puede que no sepas diferenciar entre ataúd o féretro, por lo que hoy vamos a conocer todo lo relacionado al respecto. 

Todo lo que debes saber sobre los ataúdes o féretros, sus precios y sus diferencias

¿Qué son las cajas funerarias?

Se debe tener en cuenta que las primeras cajas funerarias de las que se tienen registros son de la época sumeria, y eran cestos de juncos trenzados, por lo que eran de mimbre. Con el paso del tiempo se pasó a utilizar la madera, puesto que era un material ligero, resistente y con un mejor sellado.

Estos normalmente iban adornados con alguna talla, imagen o relieve dependiendo de las creencias religiosas que tuviera el difunto en vida. Con el paso de los años con el cambio de las religiones, se adoptó una estética más suave, y su interior tenía una apariencia cómoda, donde surgieron los actuales féretros.

En algunos cenotafios, se pueden incluir alguna caja, féretro o sarcófago vacío, en el que se representa de forma escultórica, porque ayuda a aumentar el respeto y devoción por el lugar de descanso de la persona a la que representa.

¿Qué son los ataúdes?

El término ataúd se refiere a un recipiente, que generalmente es de madera, y que tiene una tapa por encima. En este se deposita un cadáver para ser enterrado o incinerado. Es un término que proviene del árabe.

Este tipo de caja facilita en gran medida el transporte hasta el lugar de cremación o entierro, así como su conservación en el caso de que optes por una inhumación.

¿Qué son los féretros? ¿Es lo mismo que ataúd?

La palabra féretro se considera un sinónimo de ataúd, y es un recipiente rectangular que alberga a un difunto y permite transportarlo. Se pueden usar ambos términos como sinónimos, pero las medidas del féretro pueden variar en función del tamaño del fallecido. 

Sin embargo, existe una regulación sobe el tamaño de los mismos, la cual es la UNE 190001, y allí también se establecen regulaciones sobre los materiales utilizados para su fabricación y distribución en España.

¿Qué precios tienen los féretros o ataúdes?

Las empresas funerarias suelen ofrecer un abanico bastante amplio de opciones tanto de calidades como de precios para los féretros, para que las familias escojan el que mejor se ajuste a tus necesidades. Los más habituales están fabricados en madera, y los más económicos tienen un precio entre los 300 y los 700 euros.

Los de rango superior pueden llegar a tener precios desde los 3000 euros, hasta los que son de gran lujo que pueden llegar a tener un coste de hasta 30.000 euros. Ten en cuenta que, a mayor calidad, mejor se conservará el cuerpo que contiene el féretro.

Este tipo de caja debe cumplir por completo por las normas dictadas por sanidad, y no es válido cualquier tipo de material ni cualquier tipo de sellado. Es por esto que se deben cumplir con las normas higiénico sanitarias para que se pueda hacer el traslado y entierro del cuerpo sin ningún problema.

Féretros y ataúdes ecológicos

Cada vez es más popular el uso de féretros hechos con materiales ecológicos, en especial porque cada vez se tienen más funerales civiles. Esto ha hecho que se vuelvan a usar modelos obsoletos como los que estaban construidos en mimbre.

En los funerales civiles, no se utilizará ningún tipo de iconografía religiosa, puesto que se acercan más al homenaje del fallecido. Se pueden encontrar decoraciones dependiendo de los gustos del difunto como por ejemplo con decoraciones de equipos de fútbol.

A diferencia de las creencias populares, los ataúdes ecológicos no se fabrican en cartón ni tampoco son endebles. Estos son igual de robustos que los normales, la diferencia radica en que los materiales utilizados son más biodegradables que los ataúdes tradicionales de madera.

Diferencia entre ataúd y féretro

Las diferencias no existen puesto que uno es sinónimo de otro. Si nos ponemos quisquillosos, se podría decir que los ataúdes suelen tener unas formas geométricas duras, mientras que los féretros tienen formas más redondeadas y por lo general suelen ser más ornamentados, pero te puedes encontrar tanto uno como otro con las mismas características.

La diferencia entre ambas opciones es mínima, y se basa más en el diseño que en la forma o los materiales. Sin embargo, ambas opciones deben cumplir con las normativas vigentes para que puedan ser utilizados para realizar el proceso de inhumación de un ser querido.

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